"Si el alumno no puede aprender por el camino en el que se enseña, el docente debe enseñar atendiendo al camino por el que el alumno aprende".

sábado, 13 de febrero de 2010

Educación incluisiva o educación sin exclusiones

Comienzo a leerme el artículo de Gerardo Echeita y Marta Sandoval con cierta pereza (lo admito) puesto que el último artículo de este estilo que leí me resultó bastante pesado y, en ocasiones, hasta incomprensible.

Sin embargo, aunque su longitud es bastante mayor estoy encontrando el artículo de lo más interesante y me está aportando mucho más que el anterior.

Comenzamos con algo que, tras leerlo resulta obvio, pero que hay que plantearse... ¿Qué es la exclusión? cuando hablamos de inclusión en la escuela tendemos a pensar en personas con algún tipo de discapacidad, tanto física como psicológica o mental, pero si se plantea lo contrario, la exclusión social ¿En qué pensamos? generalmente en pobreza, en personas sin hogar, toxicómanos... personas que también tienen hijos que acuden a la escuela y que son discriminados en ella... hijos que necesitan ser incluidos en el aula tanto como cualquier niño con alguna discapacidad, pero que, demasiado a menudo, son marginados hasta por los propios profesores. No tengo que irme lejos, en mi propio colegio de prácticas escucho con dolor como una maestra habla de un alumno sudamericano, cuyo padre está en la carcel, con desprecio afirmando que jamás llegará a hacer nada productivo, este niño trabaja poco y mal, pero con esa motivación y esa falta de refuerzo en casa ¿Cómo esperan que trabaje? necesita que su maestra crea en él y necesita ocupar el mismo lugar en el aula que cualquiera de sus compañeros.
Si no se hace nada con alumnos como este, probablemente acabará abandonando la escuela sin haber aprendido lo suficiente como para insertarse en el mundo laboral con éxito, a esto habrá que añadirle los prejucios que la sociedad se ha creado sobre las personas de estos paises, que, además, se alimentarán más y más... es un circulo vicioso que hay que romper YA, y el único punto donde se puede romper es en la escuela. Como ya dije en la entrada de "etiquetando", dejemos las etiquetas a un lado, abandonemos nuestros prejuicios y comencemos educando desde cero, tratando a todos por igual, siempre atendiendo a sus necesidades.

1 comentario:

  1. Hola Ana al igual que tu, el artículo de Echeita y Sandoval me pareció de lo mas interesante, por que creo que es una realidad que nos afecta a todos.
    Yo en mi caso quiero hacer una crítica a la escuela. En la mayoria de las ocasiones planteamos que el problema de la exclusión social debe solucionarse en cierta manera en el ámbito escolar. Pero en mi humilde opinión creo que la escuela aveces no es el mejor lugar.
    Todos hemos ido al colegio, y hemos podido observar al típico alumno mas conflictivo , menos estudioso... En mi caso en el colegio donde yo estuve casi 13 años escolarizada no creo que tubieran la mas mínima intención de ayudar a este tipo de alumnado , mas bien todo lo contrario.Lo que percibia era una exclusión pura y dura , siempre hechando la bronca e incluso abocaban a un fracaso futúro en cuanto a vida laboral y social se refiere. Yo me pregunto ¿ que intención por parte del profesorado de ese centro había por intentar comprender y solucionar el problema de ese alumno mas comflictivo?.
    En mi opinión no habia ninguna. Evidentemente se que no se puede generalizar, pero desgraciadamente creo que eso sucede demasiado a menudo en gran numero de centros.
    En sociologia lo llamaban la profecia autocumplida, si durante largos años te están diciendo que vas a fracasar , que no vas a conseguirlo que no sirves , finalmente lo que ocurre es que no lo consigues.

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