EL ALUMNO CON S.D |
Su aprendizaje se realiza a ritmo lento. |
Se fatiga rápidamente, su atención no se mantiene por un tiempo prolongado. |
Su interés por la actividad a veces está ausente o se sostiene por poco tiempo |
Muchas veces no puede realizar la actividad solo. |
La curiosidad por conocer y explorar lo que le rodea está limitada. |
Le cuesta trabajo recordar lo que ha hecho y conocido. |
No se organiza para aprender de los conocimientos de la vida diaria. |
Es lento en responder a las órdenes que le damos. |
No se le ocurre inventar o buscar situaciones nuevas. |
Tiene dificultad en solucionar problemas nuevos, aunque estos sean parecidos a otros vividos anteriormente. |
Puede aprender mejor cuando ha obtenido éxito en las actividades anteriores. |
Cuando conoce de inmediato los resultados positivos que ha trabajado, interesa más seguir colaborando. |
Cuando participa activamente en la tarea la aprende mejor y la olvida menos. |
Cuando se le pide que realice muchas tareas en corto tiempo, se confunde y rechaza la situación. |
EL MAESTRO |
Debemos brindarle mayor número de experiencias variadas para que aprenda lo que le enseñamos. |
Inicialmente debemos trabajar con él durante periodos cortos y prolongarlos poco a poco. |
Debemos motivarlo con alegría y con objetos llamativos y variados para que se interese en la actividad. |
Debemos ayudarle y guiarle a realizar la actividad, hasta que la pueda hacer solo. |
Debemos despertar en él interés por los objetos y personas que le rodean, acercándonos y mostrándoles las cosas agradables y llamativas. |
Debemos repetir muchas veces las tareas ya realizadas, para que recuerde como se hacen y para qué sirven. |
Debemos ayudarle siempre a aprovechar todos los hechos que ocurren a su alrededor, y su utilidad, relacionando los conceptos con lo aprendido en “clase”. |
Debemos esperar con paciencia, estimulándole al mismo tiempo a dar una respuesta cada vez más rápida. |
Debemos conducirle a explorar situaciones nuevas, a tener iniciativas. |
Debemos trabajar permanentemente dándole oportunidades de resolver situaciones de la vida diaria, no anticipándonos, ni respondiendo en su lugar. |
Debemos conocer en que orden se le debe enseñar, ofrecerle muchas oportunidades de éxito, secuenciar bien las dificultades. |
Debemos decirle siempre lo mucho que se ha esforzado y animarle por el éxito que ha logrado. Así se obtiene mayor interés y tolera más tiempo de trabajo. |
Debemos planear actividades en las cuales él sea quien intervenga o actúe como persona principal. |
Debemos seleccionar las tareas y repartirlas en tiempo, de forma que no le agobie ni le canse. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario