"Si el alumno no puede aprender por el camino en el que se enseña, el docente debe enseñar atendiendo al camino por el que el alumno aprende".

miércoles, 16 de diciembre de 2009

¿De dónde viene el término de educación especial?

Incluyo, mediante tres imágenes, un pequeño esquema del recorrido de la educación especial en la historia (podrás ampliar la imagen haciendo click sobre ella):


En esta época se creía demoniaco todo aquel que tenía algún tipo de discapacidad, se les perseguía y se les matada o encerraba. A partir del s. XVI se comenzó a hacer algo más con este tipo de personas, se crearon instituciones con fines altruistas pero siempre con un enfoque asistencial, no educativo. Estas instituciones tenían una doble función: Por un lado, aislar a estas personas para proteger al resto de la sociedad (no olvidemos que les consideraban seres demoniacos) y, por otro, asistirles y ayudarles en la medida de lo que ellos consideraban posible. Estas instituciones estaban dedicadas especialmente a las discapacidades sensoriales, sobretodo a los ciegos y sordos de la mano de Ponce de León, Juan Pablo Bonet y Lorenzo Hervás y Panduro, no es hasta el s. XVII que comienzan a aparecer hospitales pare "deficientes intelectuales".




En esta etapa se comienza a tratar educativamente a las personas con alguna discapacidad pero se les separaba del resto, se hacían test de inteligencia (que en ocasiones estaban sesgados por factores como la cultura) y, a partir de ahí, se les colgaba una etiqueta y se les mandaba a una institución educativa determinada donde se encontraban con otros muchos alumnos con la misma etiqueta que ellos colgada en base a la cual se les educaba de un modo u otro. Esto ya era un gran avance, antes se les consideraba "ineducables". Es el comienzo de la educación especial.

Sin embargo aún no formaban parte de la sociedad, se les separaba y la doble función de esta separación (ayudar y aislar) seguía vigente, se les consideraban personas fuera de los límites aceptados y aceptables por la sociedad.

En esta etapa hay una serie de autores que merecen la pena ser destacados por su labor educativa. Sus avances son claves para entender, no solo la educación especial, sino también la educación "ordinaria" posterior.

Comenzaremos hablando de Pestalozzi, uno de los primeros en educar los "retrasos mentales" y pionero de la educación intuitiva. Su alumno, Fröbel fundador del primer "Jardín de infancia" donde introduce aspectos tan relevantes en la educación actual como los "dones Fröbel", el juego o los centros de interés.

Esquirol era un médico que trataba de separar las distintas enfermedades mentales por niveles graduando la "imbecilidad" y la "idiocia". Creó la primera definición científica de deficiencia mental. Su trabajo lo continuó posteriormente Seguin.

También debemos destacar a Dewey que consideraba que la mejor forma de aprendizaje es a través de la experiencia, creía que la escuela debía ser una preparación para el mundo y, para ello, creó el principio de enseñanza activa y el de individualización (clave para la educación especial), y a Itard, médico claramente ambientalista conocido por su trabajo con Victor de Aveyron de quien hablaremos más adelante.


Ya por la década de los 60 se comienza a aceptar a los alumnos con necesidades educativas especiales (ya podemos llamarlo así) en el aula ordinaria, en teoría todos tienen cabida aquí, el problema es que las escuelas aún no tienen recursos para aceptar y saber educar a este tipo de alumnos, se pretende que todos los alumnos aprendan lo mismo y al mismo ritmo, practicamente sin adaptaciones.

No es hasta 1978, con el Informe Warnok que se comienza a comprender que todos tenemos necesidades educativas, que todo alumno puede ser educado solo que algunos tienen las denominadas "necesidades educativas especiales" (n.e.e.). Ya no se les considera problemas, sino necesidades, y se entiende que para cubrir dichas necesidades se debe prestar ciertas ayudas, ya sean permanentes o temporales, al alumno en concreto, se comprende por vez primera que cada alumno tiene su propio ritmo de trabajo y que debemos adaptarnos a dicho ritmo y no al revés.

Vamos entendiendo que con ciertas adaptaciones estructurales, curriculares y de organización podemos integrar a los alumnos con n.e.e. en el aula ordinaria pero aún estamos lejos de lograr una plena "inclusión", término que aparece con la LOE cuyo principal fundamento es comprender que TODOS somos diferentes, que TODOS tenemos ritmos distintos y por ello TODOS tenemos el mismo lugar dentro del aula. Pronto lograremos comprenderlo, pero aún hoy se trabaja atendiendo al término de integración y no al de inclusión.

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