"Si el alumno no puede aprender por el camino en el que se enseña, el docente debe enseñar atendiendo al camino por el que el alumno aprende".

martes, 15 de diciembre de 2009

Estilos de aprendizaje

Una de las primeras cosas que se nos propuso hacer para este portafolios es contestar al Cuestionario Honey - Alonso de Estilos de Aprendizaje. Yo lo hice incluso antes de crear el blog, sin embargo, el resultado que me dio no me pareció el más correcto y por ello, hasta ahora, lo había dejado de lado y no le había dedicado una entrada a ello. Pero pensando sobre ello me doy cuenta que, aún así, tengo muchas cosas que decir.

Los resultados del test dicen que mi estilo de aprendizaje es reflexivo, muy de cerca en puntuación me daba, empatado, los estilos de aprendizaje activo y pragmático y en último lugar, con una puntuación bajísima me daba el estilo de aprendizaje teórico.


Sin embargo yo diría que mi estilo de aprendizaje es pragmático... con ciertos rasgos reflexivos y activos, sin duda, pero en definitiva pragmático y desde luego, y en esto sí que estoy muy de acuerdo con el test, para nada teórico.

Desde muy niña recuerdo con horror la insistencia de hacernos aprender las cosas de memoria, mi primer colegio fue un colegio de monjas y ya en 2º de EGB querían hacerme repetir curso pues me veían despistada, distraida e incapaz de aprenderme ciertas cosas, como la tabla de multiplicar, de memoria y por orden. No me gustaba ni leer ni escribir, recuerdo lo aburridos que me parecían los textos que nos hacían leer y, en ocasiones, aprendernos.

Dos años después me fui a Estados Unidos, en cuanto me hice con el idioma (pasé un curso en el equivalente americano al aula de enlace) descubrí una nueva forma de aprender, aquí ya no me exigían memoria sino práctica, me podía ir a casa con 100 multiplicaciones y divisiones, en el colegio se hacían concursos de rapidez de cálculo, de deletreo (los famosos "spelling bees"), le cogí el gusto a la lectura en una clase de "reading" en la que se leían interesantes libros infantiles llenos de fantasía e intriga... mis notas mejoraron, mi rendimiento total mejoró, hasta la geografía se aprendía a través de trabajos, más aún todas las asignaturas de ciencias, y aún hoy recuerdo lo que aprendí realizando esos trabajos (mientras que lo que me aprendo para un examen se me olvida en seguida). Trabajos que, además, debíamos exponer delante de la clase practicando así la expresión oral. Sin duda encontré un estilo de aprendizaje que se adaptaba mucho más a mi, ya desde entonces me empecé a preguntar porqué en España se empeñaban en enseñarnos de una forma tan teórica que a mi me resultaba tan aburrida cuando resultaba mucho más divertido y se aprendía mucho más yendo a casa de una amiga a hacer un trabajo común.

La vuelta a España entrando en 2º de ESO, siendo conejillos de indias pues era el primer curso que cursaba la ESO en mi colegio, fue bastante dura, me topé con profesores que te dictaban o te mandaban subrayar de un libro exactamente lo que querían que pusieras en el examen, con las mismas palabras... las asignaturas de "empollar" se convirtieron en mi cruz, no podía aprobar historia, lengua y literatura lo aprobaba gracias a la sintaxis y a los comentarios de texto... sin embargo, se me daba bien y sacaba buenas notas en matemáticas, física... todo aquello que me hacía pensar y aprender haciendo...

Me doy cuenta que en muchas ocasiones tratan de inculcarnos un estilo de aprendizaje teórico, quizá por comodidad o simplemente por costumbre, cuando los que un buen maestro debe hacer es adaptarse a los estilos de aprendizaje de sus alumnos...

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